LOUIS VUITTON, sinónimo de bolsos de lujo y perfección, juega a lo seguro en el Paris Fashion Week, con una colección relajada y atemporal en lo formal.
Agregando textura con cuero en blazers y coats y pantalones con botamangas elásticas y botas altas.
La gama de colores es básica en grises, negro y camel, los materiales lujosos y la innovación en detalles como prints escoceses sobre los hombros y los apliques de cuero le dan al hombre Vuitton un aire de sobriedad sin perder la juventud.
Los chalecos y camperas de pluma con cortes geométricos se vieron en looks monocromáticos para rejuvenecer la sastrería.
La Propuesta en sweaters fue básica y en colores planos, la apuesta se dio en los cuellos y las texturas.
El cuero y los rain-coats se vieron en versiones a la cintura y por debajo de la cadera, siempre manteniendo cortes prolijos y sobrios, los detalles se vieron en los interiores y en las combinaciones.
Los coats, una de las apuestas más fuertes junto a los blazers, fueron en su mayoría grises, a la rodilla y con hombros bien marcados, los detalles más cool fueron el estampado escoces en los hombros y los apliques de cuero al tono.
Los blazers fueron los que más variaciones presentaron, hubo variedad de cortes y materiales, siempre entallados y al cuerpo, una figura slim fit muy sofisticada y juvenil, otra vez los detalles sorprendieron en hombros y cinturas con apliques de cuero y estampados.
Los pantalones se vieron dentro de botas y sneakers al tono, un detalle que aportó modernidad a los looks.
Las camisas tuvieron nuevos largos, recortes y apliques a contratono siempre manteniendo la pureza del blanco, para cortar la monotonía de los tonos oscuros que se presentaron.
Una colección que me encantó en todos sus pequeños detalles, en sus cortes y en especial la modernidad que aportaron las combinaciones de prendas tan convencionales y serias.
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